Zumbido de vientos, título inspirado en el término Wiswiri de la lengua Aymara, que además corresponde a la denominación del territorio en el que se sitúa el hito tripartito donde se unen las fronteras de Perú, Bolivia y Chile. Lugar en donde periódicamente se desdibujan las fronteras geográficas, punto neurálgico, que re-configura el entorno geopolítico para retornar a su naturaleza ancestral de libre intercambio y circulación, comercial y cultural, entre las diferentes comunidades.
En la obra de Natalia se genera una analogía entre las múltiples influencias culturales e imaginarios que el territorio andino marcó en su historia, decanta en un reencuentro de lo ancestral y lo contemporáneo conformando una mixtura entre tradición y materiales de uso común. Una invitación a ser partícipes de una “gran fiesta” de colores, materialidades, formas y símbolos andinos, donde a través de su propia experiencia conviven de forma tripartita su conexión con la fiesta de la Tirana, la ancestralidad aimara y lo afrodescendiente haciendo un llamado a volcar la mirada sobre la neo-colonización, la recuperación de lo negado y el poder de la tierra”. La obra es un ejercicio de sanación, tanto para la artista como para las comunidades con las que comparte.
Judas.