En “Totems de emergencia”, se construye un relato visual y material fundamentalmente personal. A través de ejercicios auto etnográficos doy forma de tótem a la identidad aymara mezclada con el imaginario del indio norteamericano, el cual se ha representado en el territorio nortino en el baile de la fiesta de la Tirana. Estos ejercicios reconstruyen la idea del indio desde sus tejidos, artefactos y espacios espirituales, punto de convergencia entre ambos grupos humanos. Como una manera de reconocer mis referentes artísticos, he mirado hacia el tiempo de mis ancestros como un lugar de conocimiento profundo plasmado en tantas producciones resguardadas en los espacios museográficos, y también en la genética artística que hoy me invita a este transitar. Una forma de conectar sensiblemente -a través del observar su manufactura- la que de alguna manera se ha incluido en la búsqueda propia de mi lenguaje artístico. Se abre un portal directo hacia el espacio eterno de las voces y manos del pasado, para observar la relación que ha significado crear mirando a los ancestros, y descubrir cómo el paso del tiempo y la imaginación de lo humano ha transmutado, cohabitando el tiempo actual con tantas otras manifestaciones culturales que se resisten al olvido. Hoy, son estos tótems los que abrazan los confinados tiempos cósmicos, actualizándolos mediante la expresión de mis manos, la voz que perdura en el grito silente de sus colores, formas y texturas. Tomando cierta distancia con el tiempo, llegando al punto donde puedo visualizar el inicio y su situación actual, abrazo la idea de haber acercado a quienes que -con trémula expectación- observaron cada una de las piezas, sus surcos y diseños, con la herencia absoluta de los ancestros; irremediablemente, mi abrazo los conectó con esa tierra que danza y canta junto al aroma a chusca, y se perfuma del sol calcinante de la pampa.
Chile🇨🇱
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