Exhibiciones individuales

Como agüita florida

Instalación de 10 pinturas, óleo y acrilico sobre tela, dimensiones variables, pintura, hilo, prensadores, telas de plástico, espejos y cuero, 2024.
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2024

Una vitrina es un espacio de exposición por excelencia, aunque la vitrina tiene un uso ligado
a lo comercial o a lo doméstico. Se supone que no son el espacio para el arte
porque el estatuto artístico se relaciona más bien con lo estético en su origen, pero Galería
Hifas tensiona ese supuesto.

Si bien no es la primera vez que una vitrina se
dispone como lugar de exhibición artística, su particularidad radica en que
cualquier transeúnte puede devenir espectador si su mirada se encuentra con este gran
vidrio que resguarda y delimita. La artista Natalia Montoya hace de la idea de vitrina el
gatillante de su proyecto exhibitivo, puesto que decide llenarla de objetos a gran escala que
se comercializan. Una serie de elementos u objetos son ofrecidos en este aparador/galería,
se trata de pinturas que recrean pomadas, tés, ungüentos o alguna otra cosa que sirva para
curar.

Como sucede con toda vitrina, Natalia dispone sus pinturas para montar un escaparate lo
más atractivo posible y al mismo tiempo confundirlo con los muchos negocios que se
encuentran por el barrio. Esta confusión es un juego, una fantasía que quiere mostrar a los
espectadores esos objetos cotidianos reproducidos mediante la pintura para enfatizar sus
características estéticas, aquellas que lo hacen un objeto deseable para el consumo y
confiable para la sanación. Los objetos a los que aluden las pinturas son parte de un
imaginario, como mencioné, sirven para sanar, pero también para resolver asuntos
energéticos, enfermedades que no se manifiestan necesariamente en el cuerpo, ¿cómo
podemos identificarlos?, ¿Medicina no tradicional, esoterismo o tradición?

Natalia es una artista que siempre vuelve al norte de este país, pero también a ese norte altiplánico al que se le habla de frontera tripartita, aunque en ahí se generan intercambios no necesitaron ser
establecidos en ningún tratado. En una conversación con Natalia, a propósito de la
exposición, nos dimos cuenta de que en el centro hay muy poco de norte. Y que el norte
tiene más que ver con Bolivia y Perú que con el Chile en el que yo crecí, el Chile del centro.
Por eso es que me tomó tiempo reconocer las hojitas de coca, el manguito de Pica y las semillas de
huayruro, las que comparecen suspendidas recordándonos que en la naturaleza se
encuentran varias respuestas a distintas afecciones. Entonces, esta vitrina que para la
artista es una suerte de botiquín de primeros auxilios, para mi está llena de elementos en su
mayoría desconocidos. Quienes se acerquen a la obra de Natalia, podrán recordar lo que estos objetos nos dicen o preguntarse qué representa todo ese arsenal curativo, ahora instalado y exhibido. Y así quizás lleguemos a pensar una pregunta tan urgente como común: ¿Qué significa buscar distintas formas de sanar en nuestro presente?

Como agüita florida

Como agüita florida

Como agüita florida

Como agüita florida